Agua de mayo para los jardines de La Oliva

Estado de la Urbanización Parque Natural en una imagen de 2017.
Estado de la Urbanización Parque Natural en una imagen de 2017.

Aunque ha pasado ciertamente desapercibida, la noticia es el inicio de un cambio profundo en los espacios públicos en el norte de Fuerteventura. Algo tan lógico y normal como un servicio permanente para el cuidado de zonas verdes, y que en este país tienen todos los municipios de cierta entidad -bien con recursos propios, o externalizado–, no existía hasta ahora en La Oliva. 

Con el paso de los años -jubilaciones de por medio y un ERE en 2012- la Concejalía de Parques y Jardines de La Oliva venía funcionando con un único operario en plantilla. ¡Un solo jardinero para todo el municipio! Y en consecuencia, la opción del ayuntamiento era contratar a empresas externas puntualmente. 

Pero las empresas, los concejales, y las necesidades van cambiando, con lo que por desgracia, encontrar zonas ajardinadas descuidadas, palmeras enfermas, riegos que no funcionan, vallados rotos… ha sido una constante en este municipio, por mucho empeño que le hayan puesto las sucesivas corporaciones en -lo siento, esta es la palabra– “parchear” la situación. 

La Ley marca claramente que a partir de ciertas cantidades -40.000 euros para obras menores-, los servicios deben sacarse a licitación pública, hacer un concurso al que puedan concurrir las empresas interesadas.  

Porque cuando las mejoras son puntuales, los problemas son regulares. Un jardín se deteriora, las plantas se mueren, los vecinos se indignan, publican fotos en redes sociales, la corporación reacciona, se contrata a una empresa que la arregle, el concejal se hace una foto con aquello bonito… Y meses más tarde, otra vez a empezar, porque no ha habido un mantenimiento. 

La corporación que dirige Isaí Blanco (CC), con Julio Santana (PSOE) de primer teniente de alcalde, por fin ha conseguido aprobar un contrato regular de zonas verdes para el municipio, por unanimidad de todas las formaciones en el último pleno.

No un anuncio, no una foto, no una promesa... El ayuntamiento ya ha adjudicado este servicio a una unión de empresas, la UTE que conforman STV Gestión SL y Sumytrans Hrdos JRC 2012 SL, al obtener en el concurso público la mejor puntuación frente a las otras dos empresas licitadoras, Aceinsa Movilidad SA y FCC Medio Ambiente SAU.

Las adjudicatarias contarán exactamente con 4.910.431,46 euros para arreglar en cuatro años los jardines de La Oliva, casi 5 millones de euros. Posiblemente alguno dirá, “¿un millón doscientos mil euros al año? Eso es mucho dinero para cuidar jardines”. Pues igual no es tanto, considerando que tendrán que empezar prácticamente desde cero.

La Oliva para este caso en concreto, y otros ayuntamientos para infinidad de servicios, recurren a menudo a la figura del contrato menor. Y es comprensible para una necesidad puntual, una urgencia, o servicios de pequeña cuantía. No todo lo que se hace "a dedo" tiene que ser malo de por sí. Si los importes son proporcionados, y el proveedor es competente, ¿por qué no? El problema viene cuando se utiliza esta fórmula, una y otra vez, para prestar servicios que cuestan millones de euros. Un contrato, una foto, otro contrato, otro post... y así hasta el infinito, cuando ese servicio debería tener continuidad. Por eficiencia, por ahorro y porque lo marca la Ley. 

Ahí es cuando les toca a los políticos y técnicos trabajar duro. Elaborar unos buenos pliegos que aseguren el servicio -si no están bien, las adjudicatarias pueden aprovechar los huecos para no cumplir-, y completar engorrosos papeleos y trámites que pueden durar meses, incluso años.

Y encima, adjudicar un gran contrato no es garantía de éxito tampoco. Obtener una buena puntuación, no implica necesariamente que la empresa sea la mejor, que vaya a gestionarse bien, o que las no adjudicatarias puedan recurrir y entorpecer el proceso. Es más difícil, es más lento, pero es el camino.

Así que desde aquí, felicitar a este ayuntamiento por sacar este contrato adelante, a las corporaciones precedentes que lo impulsaran, y al resto que trabaja en esta línea. Porque sí, es posible felicitar a un dirigente por hacer su trabajo, por cumplir la ley. Especialmente, cuando otros no lo hacen. 

Esperemos que en este mandato, haya continuidad y estabilidad política en las instituciones majoreras, y que poco a poco la gestión pública mejore en esta isla. 

Desde Fuerteventura Digital, estaremos muy atentos.