Sol Colibrí: “La comodidad se volvió el cementerio de mi alma”
Viajar sola como una experiencia de autoconocimiento, romper con la comodidad para escuchar la voz interior y transformar el miedo en impulso vital. Ese es el eje del nuevo episodio del podcast Las Huellas de Carmela, en el que Sol Colibrí comparte una trayectoria marcada por el viaje, la introspección y, de forma más reciente, el acompañamiento a otras mujeres desde Fuerteventura.
“La comodidad se volvió el cementerio de mi alma”. La frase, recogida en su biografía y citada en la presentación del programa, resume el punto de inflexión que llevó a Sol Colibrí a dejar atrás una vida estable para iniciar un viaje que, once años después, la ha llevado a recorrer 33 países en solitario. “Fue el principio de algo muy grande en mí. Fue un cambio, un antes y un después”, relata sobre su primer viaje sola a Grecia, tras una ruptura sentimental y con un billete ya comprado previamente que no desaprovechó.
Hasta entonces había viajado siempre acompañada. “No había probado lo que es viajar con una misma, que se convierte en verdad en un viaje interior profundo de escucha”, explica. Aquel primer paso estuvo lleno de dudas: “¿Y si me aburro? ¿Y qué van a pensar los demás?”. Finalmente, decidió no escuchar “a todas esas voces que trataban de autoboicotearme y vivir la experiencia”.
Desde ese momento, el viaje se convirtió en una forma de vida y de aprendizaje. “La seguridad no está fuera, sino dentro”, afirma, subrayando que viajar sola implica “una escucha interna, una confianza que no se lee, que se tiene que experimentar”. En su recorrido, especialmente por países de Oriente Próximo, asegura haber aprendido a confiar en su intuición y en la lectura del entorno. “A veces un microgesto te puede salvar”, apunta sonriente.
Sol Colibrí ha viajado por Latinoamérica, Irán, Irak y Pakistán, y defiende que la sensación de incomodidad forma parte del proceso. “Tuve que sostenerme en la incomodidad muchas veces y eso es un entrenamiento para cuando una vuelve a casa”, destaca durante la entrevista.
Narra que ante las situaciones más comprometidas, experiencias al límite, siempre llega una respuesta. “Cuando una no puede más… aparecen ángeles, personas que justo con precisión milimétrica vienen a echarte una mano”, subraya invitando a confiar en la vida y a soltar el miedo.
Sol Colibrí se instaló en Fuerteventura hace casi cuatro años. Su llegada a la Isla también es fruto de una atracción. Siguiendo su instinto, su corazón, “al segundo día de llegar, me llamó la Isla…dejé mi trabajo, la casa donde vivía, mi pareja y me vine para acá”, relata. Ya en Fuerteventura ha iniciado una nueva etapa centrada en acompañar a otras mujeres.
Actualmente desarrolla mentorías transformacionales dirigidas a mujeres que desean viajar solas, pero sienten que el miedo las paraliza. “El viaje externo es un reflejo en verdad de un viaje interno”, afirma. Un proceso de unos tres meses en el que se trabaja “el miedo, la culpa, la vergüenza”, utilizando herramientas como la reprogramación de creencias y la escritura terapéutica.
“La escritura ayuda mucho a aterrizar la visión”, explica. “No hace falta ser escritor para escribir realmente”. Entre las dinámicas que utiliza destaca la reescritura de experiencias pasadas. “Somos guionistas de nuestra propia vida literalmente y el boli es la varita mágica”.
Autora de `Diario de mi viaje por Irán´, `Alas de Libertad´ y `Sonrisas de Unicornio´, defiende que los viajes despiertan talentos dormidos. “El viaje me empujó a escribir, despertó del letargo esa parte de escritora que llevo en el alma”.
Con nuevos proyectos en marcha, entre ellos un viaje a Irak previsto para 2026, Sol Colibrí invita a superar limitaciones y a trascender fronteras. “Cuando me tiro al precipicio es cuando se abren las alas”, concluye.