El coste de desalar agua en Canarias sube un 80% en cinco años
El consejerao Manuel Miranda reclamó en el XIV Congreso AEDyR un nuevo marco de cooperación con el Estado y la Unión Europea, en el que Canarias haga valer su condición de región ultraperiférica. Si el impacto del incremento de costes energéticos es notable en todo el archipiuélago, para las islas áridas como Fuerteventura y Lanzarote significa un verdadero problema
El Gobierno de Canarias ha alertado sobre el notable aumento en los costes asociados a la producción de agua desalada en el Archipiélago, que se ha incrementado un 80% en los últimos cinco años, situándose en torno a los 125 millones de euros anuales frente a los 70 millones de euros que se invertían al inicio del periodo.
Este incremento se atribuye principalmente al encarecimiento del consumo energético, como expuso Manuel Miranda, consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas, durante la inauguración del XIV Congreso Internacional de la Asociación Española de Desalación y Reutilización, celebrado en Santa Cruz de Tenerife.
En un comunicado, el ejecutivo detalló que la producción de agua desalada ha crecido un 13% en ese mismo periodo de cinco años, cubriendo ya más de la mitad del consumo total de agua en las islas.
Para una isla árida como Fuerteventura, al igual que Lanzarote, la dependencia es incluso mayor, pues la desalación de agua oscila en la isla majorera, según la fuente, entre el 70% y el 90%, del consumo. Esto provoca que el incremento de los costes energéticos genere un impacto mucho mayor que en las islas de mayor relieve, que reciben muchas más lluvias a lo largo del año.
Desde el inicio de la Guerra en Ucrania, el incremento de los costes energéticos para producir agua han disparado el gasto para el Consorcio de Aguas de Fuerteventura (Caaf).
Si bien el Consorcio de Aguas a Fuerteventura ha realizado un esfuerzo por implantar energías renovables en los centros de producción -con dos parques eólicos en las plantas de Corralejo y Puerto del Rosario-, la energía que producen no es suficiente para evitar los sobrecostes.
El consejero Manuel Miranda subrayó la imprtancia que tiene la colaboración entre los consejos insulares, ayuntamientos y el Gobierno de Canarias, para revertir la situación crítica que se vivió hace dos años y avanzar hacia un modelo más sostenible que garantice el desarrollo social y económico de las islas, preserve su paisaje y facilite una transformación progresiva del modelo económico regional.
Miranda reclamó, en este contexto, un nuevo marco estable de cooperación con el Estado y la Unión Europea para afrontar estos desafíos, subrayando la necesidad de que Canarias haga valer su condición de región ultraperiférica en las políticas europeas, especialmente ante la nueva estrategia del agua para Europa.