El Cabildo de Fuerteventura se ha sumado a la conmemoración del Día del Orgullo LGTBIQ+ 2025, con la lectura del manifiesto de la asociación Altihay Fuerteventura tras el pleno ordinario de junio.
El acto sirvió para reivindicar la defensa de los derechos de todas las personas “amen a quien amen, o sean quienes sean”, destacando la importancia del aniversario de la aprobación del matrimonio igualitario en España, que cumple 20 años este 2025.
Por parte de Altihay intervinieron su presidenta, Carla Soto, el presidente de honor León Martín, y la secretaria Gladys Guerrera, quienes destacaron que el Orgullo “es memoria, lucha y futuro” y animaron a la ciudadanía a sumarse al resto de actividades organizadas en el marco del festival Be Free Fuerteventura, que culminará este domingo con la Marcha por la Diversidad y la Gala Aquadrag.
Desde la Corporación insular, el acto contó con la presencia de la presidenta del Cabildo, Lola García, el consejero de Acción Social, Víctor Alonso, y otros miembros del gobierno insular, junto a representantes del colectivo LGTBIQ+ en la Isla.
A continuación, se reproduce íntegramente el Manifiesto del Orgullo LGTBIQ+ 2025, leído en el Cabildo de Fuerteventura
MANIFIESTO ORGULLO LGTBIQ+ 2025
20 AÑOS DEL MATRIMONIO IGUALITARIO. NI UN PASO ATRÁS EN NUESTROS DERECHOS
Este Orgullo 2025, celebramos 20 AÑOS DEL MATRIMONIO IGUALITARIO.
Hace 20 años, España cambió para siempre. El 30 de junio de 2005, este país se convirtió en el tercero del mundo en aprobar el matrimonio igualitario. No fue casualidad. No fue un regalo.
Fue el fruto de décadas de lucha, de calles llenas, de armarios rotos, de activistas incansables.
Fue una victoria colectiva que nos dijo por fin: nuestros amores importan, nuestras familias existen, nuestras vidas cuentan.
Fue mucho más que un cambio legislativo. Fue un espejo donde muchas personas por primera vez se vieron reflejadas. Una promesa de que la igualdad era posible. Una conquista que transformó a la sociedad entera y que nos enseñó, como comunidad, que cuando luchamos juntas, todo cambia.
Por eso hoy, desde ALTIHAY Fuerteventura, alzamos la voz para recordar ese momento, para honrar a quienes lo hicieron posible, como nuestra compañera Desirée Chacón, a quienes ya no están, como nuestro querido Pedro, a quienes seguimos resistiendo, a quienes todavía esperan justicia, y para advertir que los derechos conquistados, como decía Pedro Zerolo, se disfrutan y se defienden… o se pierden.
FRENTE A LA OFENSIVA REACCIONARIA, UNIDAD Y RESPUESTA
Pero también en este 2025, no podemos mencionar la igualdad sin hablar también de amenaza. Vivimos un retroceso global en derechos. Vemos cómo el odio se disfraza de libertad de expresión, cómo se atacan nuestras infancias, nuestras familias, nuestras identidades.
Se nos vuelve a ridiculizar, censurar, invalidar y se vuelve a cuestionar nuestra identidad. Desde tribunas políticas, platós de televisión o cuentas anónimas en redes sociales —basta con mirar los comentarios vertidos esta semana en las RRSS de administraciones públicas al hacerse eco de las actividades del Orgullo—.
Se cuestiona nuestra existencia con una impunidad que duele.
Pero no nos vamos a esconder. No vamos a volver atrás.
Cuando se insulta a una persona trans, cuando se niega a una familia diversa, se agrede a una mujer LBTI+, cuando se estigmatiza a una persona con VIH o se invisibiliza a una persona no binaria, nos agreden a todas, todes y todos.
Por eso exigimos un Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia todas las personas vulnerables: LGTBI+, migrantes, racializadas, con discapacidad, sin hogar, gitanas, mujeres, mayores, menores… porque, si hay democracia, no hay lugar para el odio.
QUEREMOS DERECHOS EN PAPEL… Y EN LA VIDA
Tenemos leyes autonómicas, la Ley Estatal LGTBI+ y Trans: normas que recogen lo que somos. Pero las leyes sin aplicación son promesas vacías.
Por eso exigimos su desarrollo completo, su implementación efectiva y su defensa activa desde todas las instituciones.
Queremos mecanismos reales para protegernos de la discriminación.
Queremos justicia cuando se nos niega un empleo, cuando se nos estigmatiza en las consultas o se nos agrede en las escuelas.
Reclamamos el reconocimiento automático de la filiación en las parejas de mujeres. Exigimos que se garantice la protección y regularización de las personas trans migrantes, que a menudo son doblemente vulneradas. Pedimos sanciones efectivas ante quienes nos discriminan.
Nuestros derechos no terminan al acabar el mes del Orgullo. Queremos respeto en los centros sanitarios, en los educativos, en las oficinas, en la Administración, en los pueblos, en las redes, en los medios y en las leyes.
EDUCACIÓN EN DIVERSIDAD, SANIDAD SIN PREJUICIOS
La educación es la base de una sociedad justa. Y hoy, mientras Canarias sigue presumiendo de ser una de las CCAA con más derechos y libertades para la Comunidad LGTBIQ+, asistimos a su desmantelamiento en otras muchas comunidades autónomas.
Se están eliminando protocolos, persiguiendo la formación en diversidad, prohibiendo hablar de nuestras realidades en las aulas. Pretenden que nuestras infancias crezcan en la vergüenza, en la ignorancia y en el auto-odio, vulnerables a todo tipo de abusos.
No lo vamos a permitir.
Exigimos una educación pública, inclusiva y valiente, que enseñe desde la diversidad, que nombre nuestras realidades, que forme al profesorado y proteja al alumnado.
Reivindicamos también una sanidad pública libre de prejuicios. Que atienda con humanidad a las personas trans, intersex o que viven con VIH. Que no nos humille. Que no nos silencie. Que no juzgue nuestra sexualidad. Que no nos haga sentir que estorbamos.
REIVINDICAMOS VIVIR CON LIBERTAD, EN TODO EL TERRITORIO
Exigimos políticas públicas que garanticen igualdad real en cada rincón del país, que no dependan del código postal para poder ser.
Reclamamos vivir donde queramos, con quien queramos y como queramos. Sin tener que escondernos del odio y libres de armarios. Sin tener que abandonar nuestro hogar, nuestro pueblo o nuestra isla, sin ser obligadas a exiliarnos.
ORGULLO CON TODAS, TODOS Y TODES
Nuestro colectivo es plural, diverso, interseccional. Somos lesbianas, gais, bisexuales, personas trans, no binarias, intersex, asexuales, arrománticas, personas con VIH, migrantes, creyentes, con discapacidad… Nuestro Orgullo crece con cada realidad incluida.
Reclamamos leyes, campañas, recursos y políticas públicas que nos reconozcan y nos protejan a todas, sin excepciones. Que no borren nuestras identidades. Que no nos hagan elegir entre ser y ser aceptadas.
TEJEMOS ALIANZAS, TRANSFORMAMOS EL MUNDO
Hace 20 años conquistamos el derecho a casarnos en igualdad de condiciones. A formar familias reconocidas, protegidas y visibles. Pero no lo hicimos solas.
Lo hicimos de la mano del movimiento feminista, de la izquierda social, de profesionales de la justicia, de aliadas en los medios de comunicación, en las aulas, en los barrios. Fue una victoria colectiva, tejida entre muchas luchas.
Por eso sabemos que nuestros derechos están profundamente conectados con los de otras personas y pueblos.
Nuestra lucha además de LGTBIQ+: es feminista, antirracista, antifascista, ecologista, pacifista y profundamente solidaria.
Caminamos junto a quienes luchan por una vivienda digna, por la justicia climática, por una sanidad pública de calidad, por una educación inclusiva, por la salud mental, por una espiritualidad libre de odio.
Nos unimos a los pueblos oprimidos: al pueblo palestino, al pueblo gitano, a los pueblos racializados y migrantes. A las mujeres víctimas de violencia, a las personas con discapacidad, a quienes son expulsadas del sistema por no encajar en sus márgenes.
Así como el matrimonio igualitario nos abrió las puertas del reconocimiento social, queremos abrir esas mismas puertas para todas las personas vulneradas.
Porque la igualdad se vuelve real cuando abraza todas las realidades.
Defendemos el derecho a la vivienda, a un entorno libre de violencias, al respeto espiritual, al acceso a la justicia.
Exigimos el fin de la violencia estructural, de la desigualdad heredada, del olvido institucional.
Sabemos que la justicia social no se logra sin nosotras, pero tampoco la lograremos solas. Tejemos alianzas porque así conquistamos el matrimonio igualitario, y así conquistaremos todo lo que aún falta.
Porque si nos tocan a una, respondemos todas. Y porque no hay Orgullo posible sin solidaridad.
ORGULLO SIN FRONTERAS, IGUALDAD SIN CONDICIONES
Hace 20 años, España envió un mensaje al mundo. El matrimonio igualitario fue una señal de esperanza para millones de personas más allá de nuestras fronteras. Porque cuando un país reconoce a todas sus familias, inspira a otros a hacer lo mismo.
Pero dos décadas después, esa esperanza aún no ha llegado a demasiados rincones del planeta.
En más de 60 países ser LGTBI+ sigue siendo un delito. En algunos, se castiga con cadena perpetua. En seis, con la muerte. En demasiados lugares, basta un gesto, una sospecha o una palabra para perderlo todo: la libertad, la familia, la vida.
Mientras hoy aquí leemos orgullosas, visibles y acompañadas de quienes representan a nuestras instituciones este Manifiesto en el salón de plenos del Cabildo de Fuerteventura, muchas compañeras resisten desde la clandestinidad, huyen de sus países o son asesinadas solo por ser quienes son.
Por eso no podemos quedarnos calladas. No podemos mirar a otro lado. Nuestro Orgullo no termina en nuestras fronteras.
Exigimos una política exterior clara, coherente y valiente. Queremos una España que mire de frente, que defienda los derechos LGTBI+ en cada acuerdo internacional y que solo estreche la mano de quienes respetan a nuestra comunidad.
Exigimos que se reconozca y garantice el derecho de asilo para personas perseguidas por su orientación sexual, identidad o expresión de género, o por sus características sexuales. Que las rutas seguras y los procedimientos no se conviertan en laberintos de dolor y exclusión.
Queremos que Canarias y España sean refugio real, no solo bandera simbólica. Que este país, que hace 20 años dio un paso al frente por la igualdad, hoy siga siendo referente de derechos humanos, de libertad y de dignidad.
El Orgullo es internacional, y nuestra solidaridad también.
Porque no descansaremos hasta que ninguna persona tenga que esconderse para existir. Hasta que el matrimonio igualitario no sea una excepción, sino la norma. Hasta que el derecho a ser se respete en cada rincón del mundo.
ORGULLO ES LUCHA, MEMORIA Y PROMESA
El Orgullo es la memoria viva de quienes nos precedieron. Es el recuerdo de las primeras marchas. De las redadas. De los silencios rotos.
Es también la certeza de que nuestro futuro no se escribe con miedo.
Hoy, a 20 años del matrimonio igualitario, celebramos una conquista histórica, pero seguimos en guardia. Porque existen muchas formas de ser y de experimentar la identidad, y luchamos porque todas sean reconocidas. Por existir con plenitud, con dignidad, con libertad.
Por eso hoy aquí y el sábado en la calle, reafirmamos nuestro compromiso. No volveremos al miedo, al silencio ni a los márgenes.
20 años después seguimos aquí. Más fuertes, más visibles, más orgullosas.
Porque no nos esconderemos. Porque no daremos ni un paso atrás.
Porque somos el futuro que soñamos.
Y lo decimos alto y claro:
- No volveremos al armario.
- No aceptaremos censura ni olvido.
- No daremos ni un paso atrás.
Porque el Orgullo es nuestra respuesta, nuestra bandera, nuestra revolución permanente.