Acercar el mundo de las finanzas y de las inversiones a la gente de a pie, ha sido el planeamiento para contar en Fuerteventura Digital con Moisés Martín Trujillo, técnico superior de seguros y finanzas, asesor financiero y agente de Allianz en Fuerteventura, y capacitado por la CNMV para operar a nivel internacional.
¿Qué hacer con nuestro dinero en un contexto de constante inflación, y ante las dudas que generan para mucha gente los planes de pensiones? No todo el mundo puede ahorrar en la economía de hoy en día, pero sí son muchas las familias y profesionales que lo consiguen y que, si no tienen cuidado, pueden ver cómo su dinero pierde valor cada año.
En este sentido, Martín sostiene que la inversión ya no es un asunto reservado a grandes patrimonios, sino que hoy en día cualquiera puede y debe invertir. Personas trabajadoras, en el ámbito público o privado, o pequeños empresarios también, deberían de empezar a tomar "decisiones conscientes de inversión y de asignación de activos”.
Lo básico: ¿Qué es el dinero?
Martín propone empezar por lo básico, qué es el dinero, y sus tres funciones principales, que sea una "reserva de valor, que se mantenga estable en el tiempo, y que yo pueda acumular para gastar en el futuro; unidad de cuenta, la información que manejo para saber con qué cantidad dispongo", y en tercer lugar que sea un elemento comúnmente aceptado, es decir, "que cualquier persona a la que yo me dirija para hacer un intercambio financiero, me acepte esa moneda”.
Y el problema, añade, es que "la primera de las patas, esa reserva de valor, a día de hoy nuestro dinero no lo está cumpliendo. Sí, a corto plazo, pero en el medio y largo plazo, no". Y el culpable, es la inflación.
El problema de la inflación
"Si hay una inflación en que todo se encarece, y tú tienes el dinero guardado y no lo tocas, ese dinero pierde exactamente el valor de la inflación anualmente", que puede ser un 2-3%, o incluso más, como se ha visto en Occidente los últimos ejercicios. "Si yo tengo 10.000 euros en el banco, estoy perdiendo 300 euros cada año, en una inflación del 3%”. Y "si no eres capaz de interiorizar que ese ahorro en 5 o 6 años se está devaluando, pues tienes un problema”.
Moisés recuerda que entre 2000 y 2019, "la inflación ha estado bastante controlada. No solía superar el 2%". Pero con la pandemia, el sistema tuvo una inyección de liquidez brutal para no hundirse. "Se genera muchísimo dinero nuevo, y con el paso del tiempo, ese dinero que drena hacia la economía acaba de manera inevitable en una subida constante de los precios”.
Ante este panorama, ¿dónde y cómo invertir?
Lo primero que subraya Moisés Martín es que la vivienda no puede ser la única respuesta. Reconoce que “es una gran inversión”, pero avisa de sus límites: “tenemos mucha tendencia a invertir en inmuebles. Es una gran inversión, pero no es tan sencillo para alguien de a pie". "Primero, porque se necesita mucho capital, y segundo, por el tema de la liquidez y la partición. Es decir, yo no puedo partir mi vivienda si vale 200.000 euros".
Sin embargo, si ese patrimonio está acumulado en activos financieros, "puedo vender la parte que necesite". Reivindica por tanto la "diversificación" en productos que permitan invertir poco a poco, y explica en este sentido que “uno de los productos estrella que tenemos, y el que más me gusta a mí, es un unit linked vinculado a fondos de inversión".
"Son pólizas de ahorro vinculadas a fondos de inversión, que te obligan a destinar parte de tus recursos a inversiones periódicas. No tiene por qué ser mucho. Con una pequeña inversión, empiezas poco a poco, y te acabas dando cuenta que 150 euros al mes te los gastas en cualquier otra cosa”.
Porque sobre la "mística" de esas grandes rentabilidades que se venden por Internet y en las redes sociales, en su opinión no son fiables. "No es para hacerte rico ni mucho menos". Se trata de que "en el largo plazo, estés más cómodo que nunca financieramente hablando. Que estés tranquilo, que tengas liquidez, y una posición económica mucho mejor de la que tenías al principio", asegura.
Planes de pensiones y productos bancarios
Uno de los puntos donde Martín se muestra más crítico es con los planes de pensiones privados, un producto que la banca ofrece sistemáticamente. "No soy un gran fan de los plenes de pensiones privados", afirma, porque provocan falta de liquidez: "Al final, un plan de pensión privado te inmoviliza el dinero hasta que estés jubilado".
Y aunque "está muy bien ahorrar para la jubilación, es totalmente necesario, hay productos que no tienen esa limitación". Si dentro de diez años una persona necesita cambiar de residencia, hacer frente a un problema de salud o "pagarle a mi hijo lo que sea", es preferible que pueda disponer de su ahorro sin esas restricciones de los planes de pensiones, "desde mi punto de vista".
El problema de los bancos, "solo te asesoran si tienes medio millón de euros"
Y además, en ocasiones, hay prácticas bancarias que considera inadecuadas. Lo ilustra con el caso de un conocido, "un chaval de 25 años" al que le ofrecían un plan de pensiones nada más entrar en la sucursal. "Me parece un crimen, sinceramente te lo digo, porque el chaval lo que necesita es un incremento patrimonial, una casa dentro de siete años, y no cuando se jubile".
En esa misma línea, cuenta que acompañó a un familiar al banco para revisar una inversión en un fondo monetario que había dejado de tener sentido con los tipos de interés en negativo. Cuando preguntó por qué nadie le avisó de que su dinero había dejado de rentar, la respuesta que recibió fue que "no asesoraban financieramente a nadie que no tuviera más de medio millón de euros". Para Martín, ese episodio demuestra que "las personas que no tienen medio millón de euros también tienen derecho un poco a un asesoramiento".
Bitcoin como activo de inversión, ¿sí o no?
En su experiencia particular, Moisés Martín distingue con claridad entre Bitcoin y el resto del mercado cripto. “No me interesan nada las criptomonedas", porque en su opinión muchas de ellas se utilizan “básicamente de forma totalmente especulativa”, sin una empresa ni un proyecto sólido detrás: "Me parece un poco de humo".
En cambio Bitcoin "es un activo real, no es la deuda o el pasivo de nadie". Recuerda que el protocolo de Bitcoin fija un límite máximo de 21 millones de unidades, "no se pueden crear más", y por lo tanto "no se puede devaluar su valor a través de generar un nuevo Bitcoin, una característica importante", que contrasta con el actual sistema monetario. Además, permite operar sin intermediarios: "En Bitcoin, nos transferimos la cantidad de valor que hemos acordado, y nadie puede cambiar eso".
Aunque admite que se trata de un activo muy volátil, con subidas y caídas extremas, en la tendencia de fondo se observa un incremento de su valor, y "creo que esto se va a usar cada vez más". "Yo de mi modesto punto de vista creo que tarde o temprano todo el mundo va a tener que tener parte de Bitcoin en su cartera de inversión", señala, siempre dentro de una estrategia diversificada y con horizonte de largo plazo.
Ética y responsabilidad al invertir
Más allá de productos concretos, al cierre de su entrevista aborda la ética del capital y una reflexión sobre el modelo económico actual. Al planteamiento de si es correcto invertir solo donde se espera mayor rentabilidad, aunque sea en otros países, o si en última instancia invertir en una multinacional puede afectar al pequeño comercio, a la vivienda, o incluso la alimentación, Martín cree que que cada cual puede tener sus límites y preferencias, y decidir no invertir en determinados sectores o fondos por razones éticas.
Sin embargo, desde su papel como asesor, advierte de los riesgos de dejarse llevar por modas de inversión "verde", por ejemplo, sin analizar el mercado: "Yo jamás voy a aconsejar a un cliente que entre en un fondo simplemente ser de energías renovables", porque podría tratarse de una burbuja. "Es tu dinero", insiste, pero su trabajo pasa por que "ganes dinero y tengas una gestión con unas bases teóricas detrás".
También se detienen en el papel de los bancos y en los rescates con dinero público tras la crisis financiera. Para Martín, "en un mundo ideal, tú no tienes que rescatar a ninguna empresa privada que tenga ninguna situación". Critica que se permitiera a las entidades "hacer lo que les dé la gana", y después cuando vienen mal dadas, "rescatarlos con dinero público y no exigirles que devuelvan el dinero".
Y en un terreno más ideológico, sí cree que debe prevalecer la acción individual o el individuo sobre el colectivo. A su juicio, el Estado crece en tamaño y carga fiscal sin mejorar en la misma medida servicios como sanidad, educación o infraestructuras.
Su mensaje final, para quien pueda permitirse ahorrar, es simple. Asumir cierta responsabilidad personal, informarse, y "ahorrar en activos que tengan un retorno y que venzan a la inflación", en lugar de dejar que el dinero se vaya "desapareciendo y diluyendo poco a poco" en una cuenta corriente.
