No hay salud, sin salud mental
La Universidad de Verano de Fuerteventura aborda estos días en el Centro Insular de Juventud, en Puerto del Rosario, una gran asignatura pendiente: la salud mental. Y lo hace con un gran elenco de psicólogos y divulgadores que están logrando poner el foco social en este ámbito “que siempre ha quedado relegado a un segundo plano”.
Así lo manifestaba la psicóloga y experta en sexualidad y relaciones de pareja, María Esclapez, en la conferencia inaugural donde dejó bien claro que “no hay salud, sin salud mental”.
En su ponencia hizo especial hincapié en los distintos tipos de relaciones que existen y marcó claras diferencias entre las relaciones sanas frente a las relaciones de tipo tóxico. “Es fundamental aprender a distinguirlas”, enfatizó en una entrevista para Fuerteventura Digital, donde hizo especial hincapié en que “nos hemos acostumbrado a normalizar comportamientos dañinos, incluso a romantizarlos”, subrayó eludiendo, por ejemplo, al dicho: “quien bien te quiere, te hará llorar”.
Para Esclapez, una relación sana se caracteriza por la tranquilidad y la capacidad de resolver conflictos de manera constructiva con la pareja, mientras que en una relación tóxica prevalece la incertidumbre y el malestar continuo. "En una relación tóxica, cualquier cosa puede desestabilizarla. Es esencial reconocer las señales y trabajar en una comunicación asertiva y empática", reiteró.
En cuanto se detectan las señales de estar viviendo una relación tóxica, es importante apostar por el “contacto cero” que nos va a permitir romper con relaciones que son dependientes.
"Cuando terminas una relación tóxica, cualquier cosa que te recuerde a esa persona puede hacerte recaer”. Es crucial evitar todo tipo de contacto para sanar, aseguró instando a romper el vínculo en una relación dependiente “en la que continuamente se vive en una especie de montaña rusa y si hay un cúmulo de cosas que no te hacen sentir bien”.
La joven psicóloga, acostumbrada a impartir cursos y talleres, también en centros educativos, asegura que en la actualidad “hay muchos jóvenes que están empezando a cuestionar los estereotipos del amor romántico y a buscar relaciones más saludables”. Confía en la juventud y en una época en la que “se está produciendo un despertar sobre la necesidad de entablar relaciones sanas”.
En esta línea y como bien recoge en su exitoso libro “Me quiero, te quiero” destacó el papel fundamental que juega la autoestima, sobre todo, en la prevención de este tipo de relaciones que generan inestabilidad emocional. Aunque, incluso una persona con elevada autoestima puede verse atrapada en una relación tóxica, según aseveró. Por eso, advirtió, “es vital aprender a poner límites y a quererse a uno mismo”.
Una relación sana se caracteriza por la tranquilidad y la capacidad de resolver conflictos de manera constructiva con la pareja, mientras que en una relación tóxica prevalece la incertidumbre y el malestar continuo
Durante la entrevista, la psicóloga también puso énfasis en la relevancia de la educación emocional desde edades tempranas y aseguró haber echado de menos “una asignatura que enseñe a vivir la vida en el sentido más sensato de la palabra. Que me ayude a entender con qué me puedo encontrar o qué hacer cuando algo no me gusta”.
María Esclapez, en estado de buena esperanza, compartió su enfoque para criar a su hijo en un entorno emocionalmente sano. Intentará ser un ejemplo y educar en valores, aunque, sabe, no podrá controlar todo el entorno.
En esta línea, defiende que “intentar ser suficientemente bueno, ya es suficientemente bueno”, e instó a no perderse en las exigencias ni en la sobre protección pero sí a generar un círculo de seguridad “porque lo importante es que estés ahí para recoger lo que venga”.
Las jornadas de la Universidad de Verano continúan con un variado programa que promete seguir aportando valiosas herramientas para abordar la salud mental, una asignatura crucial en nuestra sociedad actual.