Quesería Río Cabras: La tradición vence a la burocracia

La Quesería Río Cabras, reconocida por su queso majorero con denominación de origen, obtiene su regularización tras décadas de actividad familiar, reabriendo el debate sobre las trabas burocráticas que afectan al sector primario. Al menos 17 ganaderías de la isla esperan poder seguir el mismo camino, mientras el Gobierno de Canarias avanza un reglamento más favorable para las explotaciones

El maestro quesero Óscar Perdomo, en la Quesería Río Cabras.
El maestro quesero Óscar Perdomo, en la Quesería Río Cabras.

Los quesos de Río Cabras se elaboran a los pies del barranco del mismo nombre, en la zona de los Llanos Pelados (Tesjuate, Puerto del Rosario) desde al menos el año 1991, pero han sido cuatro generaciones de la familia Perdomo Fernández las que desde mucho antes, iniciaron esta tradición.

La ganadería y la producción de queso son actividades milenarias para la población de Fuerteventura, pero por motivos difíciles de explicar, todavía a día de hoy, y en demasiadas ocasiones, estas actividades se han quedado en un limbo de alegalidad 

La Quesería Río Cabras, que fundaron María Isabel Fernández e Isidro Perdomo, ha dado un ejemplo reciente de esta situación, tras ser finalmente legalizada con el acuerdo que comunicaba el Consejo de Gobierno de Canarias el pasado lunes, 23 de junio, en pleno 2025.

La hija mayor del matrimonio, Yurena Perdomo, recuerda que "mi abuela siempre tenía cabras y hacía quesos. Yo tengo 44 años. Cuando nací, en Puerto del Rosario, mis padres se vinieron aquí. Desde que llegaron siempre tuvieron cabras y hacían queso. Lo que pasa es que en los ochenta eso no se legalizaba. Registrabas la casa, y poco más".

Isidro Perdomo, fundador de la Quesería Río Cabras, con su hija Yurena de niña.
Isidro Perdomo, fundador de la Quesería Río Cabras, con su hija Yurena de niña.

Sobre las paredes del establecimiento lucen los incontables premios en concursos que durante todos estos años ha obtenido el negocio familiar, y su acreditación como integrantes de la Denominación de Origen del Queso Majorero. La finca cuenta con bonito punto de venta, que se encuentra entre las rutas recomendadas en la web el Patronato de Turismo.

Venden el queso que elaboran a diario a residentes y visitantes, y a los ojos de cualquiera, la explotación transmite sensación de normalidad. Pero los trámites burocráticos han supuesto una incertidumbre durante todos estos años. Y especialmente, al igual que les ha ocurrido a otras muchas ganaderías majoreras, a medida que la isla iba creciendo.

La legalización supone una seguridad ante vecinos que "llegan diciendo me molesta todo, y creyéndose dueños"

"Una lleva aquí toda la vida, y luego llegan otros creyéndose dueños", relata Yurena, en alusión a vecinos que se han mudado a la zona, con la ganadería ya en marcha. "Molestan los pelos, molestan los corrales, molestan las cabras… Llegan diciendo: me molesta todo, y creyéndose dueños", protesta. Por eso reciben con alegría la noticia de la regularización, porque "nuestra lucha ha sido siempre esa, que sepan que estamos aquí, que estamos legales y que oye, que te puedes venir a vivir, pero acuérdate que yo estaba antes".

Aunque el camino no ha sido fácil, pues han sido años y años de trámites: "Mis hermanos, Óscar, Víctor y Juan Jesús fueron creciendo, ayudando, y cuando mi padre murió, ya nos encargamos nosotros. Vimos cómo estaba todo, y fue Víctor el que se encargó de intentar legalizar. Los técnicos del Cabildo nos intentaban ayudar. Pero fíjate, desde que empezamos, algunos ya se han jubilado".

Tras fallecer Isidro, María Isabel continúa echando una mano, y otro de los cuatro hijos, Óscar Perdomo, se ha convertido en el maestro quesero, con la incorporación más reciente al negocio familiar de una tercera generación, la joven María Isabel Rodríguez, hija de Yurena. 

Óscar Perdomo aprendió de su madre, María Isabel Fernánmdez, a hacer un magnífico queso.
Óscar Perdomo aprendió de su madre, María Isabel Fernánmdez, a hacer un magnífico queso.

Río Cabras, queso majorero artesano y sostenible

La ganadería familiar de los Perdomo Fernández elabora sus quesos con métodos naturales y tradicionales, a partir de la leche que dan sus propias cabras, medio millar de animales que "no solo alimentamos con pienso", sino que "también las soltamos cada día, tres o cuatro horas, para que pasten”, relataba el maestro quesero, Óscar Perdomo, durante una visita anterior de esta redacción, en el verano de 2023.

Considera que hacemos "un producto artesano, de leche recién ordeñada y de animales que comen bien", y que eso mismo, lo reconoce una clientela que aprecian "la cercanía y el entorno natural". 

Una buena noticia, aunque condicionada

Pero el hecho de ser una explotación que combina tradición, profesionalización y producción natural y de cercanía, no ha evitado que la resolución del Gobierno de Canarias esté incompleta, al menos por el momento

Tras acreditar que la explotación existe desde 1991, ocho años antes de la entrada en vigor de la de la Ley de Ordenación del Territorio en Canarias, la ganadería de Tesjaute ha regularizado una explotación de 556 cabezas de ganado caprino, y ahora, la resolución les reconoce también actividades adicionales, como la producción de huevos de gallina, y de carne de porcino o de ovino.

Premios de la Quesería Río Cabras.
Premios de la Quesería Río Cabras.

Aunque el dictamen, trasladó el ejecutivo en un comunicado, supone la "autorización definitiva" tanto de la actividad como de las actuales edificaciones e instalaciones, el ejecutivo apostilla que será bajo el cumplimiento posterior de las "actuaciones pertinentes en materia sanitaria, ambiental, funcional, estética y de bienestar animal", dando un plazo de 18 meses para ejecutar estas mejoras.

A la familia, todavía les preocupa cumplir los condicionantes, pero el director general de Ganadería del Gobierno de Canarias, Andrés Díaz Matoso, le resta importancia, sabedor de que lo más difícil ya está hecho.


La ganadería majorera, bajo la lupa de Europa

Andrés Díaz Matoso detalló para este reportaje con Fuerteventura Digital y Diario de Fuerteventura que el Gobierno de Canarias, que esta legalización llega tras "un periodo de cuatro años, en la anterior legislatura, en que no se había legalizado ninguna explotación", dijo en referencia al Gobierno del Pacto de las Flores. 

La situación legal de las explotaciones ganaderas y de producción quesera es clave, pues si bien todavía no ha quedado ninguna fuera de las ayudas europeas y de las que otorga el ejecutivo autonómico -"esperemos que no ocurra nunca", dijo-, esa posibilidad sobrevuela al resto de ganaderías que todavía no han conseguido regularizarse total o parcialmente, unas 120 en Canarias, y 17 en Fuerteventura.

En este sentido, Díaz Matoso trasladó la importancia que tiene seguir colaborando con los ganaderos y ganaderas de la isla, para ayudarles a salir de esa situación de "alegalidad", al menos con la primera edificación de sus explotaciones, para, a partir de ahí, poder evitar conflictos urbanísticos con vecinos que muchas veces se establecieron junto a las ganaderías ya existentes, y también para regularizar futuras ampliaciones o puntos de venta. 

El ganado sale a pastar cada día en la Quesería Río Cabras.
El ganado sale a pastar cada día en la Quesería Río Cabras.

ANDRÉS DÍAZ MATOSO, DIRECTOR GENERAL DE GANADERÍA
"Las normas exigen distancia a las ganaderías de las viviendas, pero no al revés. Es ilógico, y vamos a cambiarlo con un Reglamento"

Andrés Díaz Matoso.

Con la regularización de la Ganadería Río Cabras, surge la pregunta sobre cómo está el resto explotaciones ¿Es una situación de irregularidad, ilegalidad, alegalidad…?

Voy a decir que de las trabas burocráticas que tienen, el 90% son problemas urbanísticos. Es verdad que llevan haciendo la actividad muchos años, pero la normativa ha ido actualizando los planes generales, o el plan insular, y hemos dejado el sector primario un poquito de lado. En la época del anterior director general, hace ocho años, David de Vera impulsó esta legalización de explotaciones, y salieron bastantes. Pero estaba el tema medio dormido, y lo hemos vuelto a retomar.

¿Cuántas explotaciones quedan todavía por regularizar, en Fuerteventura y en Canarias?

Tenemos todavía pendientes unas 120 en Canarias, de las que 80 están todavía con trámites administrativos. 17 de todas ellas son de Fuerteventura. En estos dos años, ya hemos legalizado dos en Tenerife, dos en Gran Canaria, una en Lanzarote, la de Río Cabras en Tesjuate, y este próximo lunes (por el 30 de junio), va a Consejo de Gobierno otra en El Hierro. Y estamos preparando para llevar a aprobación en bloque, otras diez o doce.

Para que la gente entienda, se sacaron a información pública hace ocho años, que es un proceso por ley que se tiene que hacer, pero al pasar tanto tiempo, se tuvieron que volver a publicar.

Ahora que llegan las regularizaciones, el sector es noticia, pero es fruto de un trabajo que no se ha visto, y que llevamos estos dos años haciendo, como digo yo, pico y pala.

¿Por qué tienen tantos problemas las explotaciones agrarias, cuando son actividades que, en su mayoría, llevan años y años de actividad?

Para proyectar una granja, yo como técnico, lo primero que tengo que mirar es la distancia con las viviendas que marca el planeamiento. Por ejemplo, una granja de Tuineje está a 1.200 metros de la última vivienda, pero si viene un vecino y construye, se queda a menos de 1.000 metros del límite que marca el plan general. Si este ganadero, por medidas de bienestar animal, tiene que ampliar, pues resulta que ya no puede, porque tiene una vivienda al lado. Las normas exigen a las explotaciones una distancia con las viviendas, pero no al revés. Y claro, es ilógico. Y ese es el mayor problema que tienen las explotaciones en Canarias, en el país, y yo creo que en Europa también.

Pero si alguien se muda, o quiere construir en una zona rural, puede ver de antemano que ahí hay una ganadería…

Francia por ejemplo ya ha dado ese paso, con una ley para proteger las explotaciones. Y dice que si tú te vas a vivir a la una explotación ganadera, asumas que ahí hay animales. Nosotros hemos retomado el Reglamento del Suelo Agrario, hemos dado audiencia a los cabildos y municipios, y la idea es generar una ordenanza, que reduce las distancias con las viviendas, y que da facilidades a los planes generales para modificarse y adaptarse de la manera más favorable al sector primario. Estamos seguros que este documento marcará un antes y un después.


El presente reportaje es fruto de una colaboración entre Fuerteventura Digital y Diario de Fuerteventura.