Esta mañana se ha resuelto un asunto que ha sido polémico en Fuerteventura desde hace varios meses, cuando a mediados del pasado mes de julio, un grupo de vecinos de Antigua se alzaron en pie de guerra tras descubrir una zanja de gran tamaño en el Camino de las Piletas, donde se proyectaba instalar una antena de 30 metros de altura sin haber sido informados previamente.
Medios como La Voz de Fuerteventura desvelaron que el Ayuntamiento de Antigua conocía el proyecto desde cinco meses antes, unos hechos que los vecinos afectados tacharon de “oscurantismo”.
A partir de ese momento, se produjeron varias protestas vecinales, y las intervenciones del Ayuntamiento de Antigua, el Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno de Canarias para tratar de reubicar la antena, con acusaciones cruzadas entre las autoridades municipales, insulares y autonómicas, para ver quien se llevaba el gato al agua de resolver el problema.
Sin evidencia científica de daños a la salud
Si bien la cercanía de la antena con una zona habitada generó un comprensible malestar de los habitantes de Antigua, las protestas expresaron también el temor vecinal a los posibles riesgos que este tipo de instalaciones pudieran ocasionar para la salud de las personas.
En ningún momento, los representantes públicos de las distintas administraciones confrontaron estas afirmaciones, a pesar de que actualmente no existen evidencias científicas de que las instalaciones de telecomunicaciones, y específicamente las de telefonía móvil, se relacionen con afecciones para la salud de la población. Si las hubiera, una posibilidad que no debe descartarse, la ciencia no las ha descubierto todavía.
Una antena en Antigua que llega hasta el ministerio
Finalmente, el conflicto se ha resuelto este miércoles, 10 de septiembre, con el anuncio del Gobierno de España y del Ayuntamiento de Antigua de que la empresa instaladora buscará otra ubicación. La victoria es merecida para los vecinos, y para las instituciones públicas que apoyaron las protestas.
Sin embargo, la batalla en concreto para una instalación tan lejana del Gobierno central, contrasta sobremanera con las necesidades que tiene la isla majorera en materias que competen al Estado, y que están muy lejos de recibir la misma atención que una antena en el Camino de Las Piletas.
Seguramente, otro gallo cantaría en la isla si las instituciones de las islas se implicaran de la misma manera en resolver las carencias que tienen las plantillas de las fuerzas policiales, las instalaciones y las plantillas de Hacienda y Seguridad Social, el puerto estatal, las inversiones pendientes de los convenios hidráulicos o carreteras, la vivienda, o la dotación de recursos y personal para atender la crisis migratoria.
Dos ministros intervienen para mover la antena
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, mediaron este miércoles en una reunión celebrada en Madrid entre el alcalde de Antigua, Matías Peña, y el CEO de la empresa TOTEM, Patrick Farges.
El encuentro concluyó con la paralización del emplazamiento inicial de la torre y la apertura de un proceso para buscar alternativas que no generen molestias a la ciudadanía, subrayando que se analizarán ubicaciones que mantengan la calidad del servicio sin afectar al bienestar vecinal.

El Gobierno de España evitó en un comunicado responder a las protestas que dieron lugar al encuentro, destacando en su lugar las mejoras de la conectividad en la isla: “Siempre vamos a contribuir a buscar las soluciones que sean necesarias para que los ciudadanos y las empresas accedan a los beneficios de la sociedad digital, vivan donde vivan”, dijo Óscar López.
El alcalde Matías Peña celebró por su parte que el acuerdo supone “el resultado más satisfactorio para el municipio”, al detener la instalación prevista y abrir la vía para una reubicación acorde con los criterios del Ayuntamiento, además de agradecer la “inmediata respuesta” de los ministros del Gobierno de España a su solicitud de mediación.
La empresa TOTEM aceptó la reubicación, lo que permitirá restablecer la cobertura móvil que los más de 14.800 habitantes de Antigua habían perdido en las últimas semanas tras quedar inoperativo el emplazamiento anterior, trasladó el Gobierno de España.