La denuncia presentada por Vox ante la Capitanía Marítima de Santa Cruz de Tenerife contra el buque de rescate Open Arms ha provocado una cadena de reacciones en Canarias y en el ámbito estatal. Mientras Vox solicita su inspección e inmovilización, el Gobierno autonómico y el Ejecutivo central respaldan a la ONG, que desarrolla en el archipiélago una misión de sensibilización sobre la ruta atlántica.
La denuncia de Vox
Vox, a través de su portavoz en el Parlamento canario, Nicasio Galván, registró una denuncia para que se inspeccione el Open Arms atracado en Santa Cruz de Tenerife, alegando carencia de autorizaciones para rescates en el Atlántico y calificando el barco como “de alto riesgo”. El partido pide paralizar su actividad si se detectan irregularidades.
La formación ante la Capitanía Marítima de la capital tinerfeña por encontrarse el barco a la espera de recibir aviso o comunicación de embarcaciones que lleven a bordo a ciudadanos de nacionalidad extranjera "de formar ilegal", una acción que considera "no es lícita" puesto que esperan para ayudar a entrar en España a personas de nacionalidad extranjera, indicó la formación en un comunicado.

Vox pidió verifiquen las obligaciones técnicas, requisitos de seguridad y prevención de la contaminación del buque, así como las autorizaciones pertinentes para desarrollar las dos actividades y “servicios” que el director de la Fundación Proa-Proactiva afirma públicamente va a desarrollar,
Rifirrafe entre Abascal y Clavijo
El Gobierno de Canarias ya había reaccionado, el pasado 28 de agosto, a las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, que en redes pidió la “confiscación y hundimiento” de "ese barco de negreros".
"Ese barco de negreros hay que confiscarlo y hundirlo. Para que sirva de advertencia de cuál va a ser el final que les espera a todos los multimillonarios y políticos que promuevan la invasión de Europa"
Santiago Abascal, el 28 de agosto en X

El presidente autonómico Fernando Clavijo (CC), que ese día visitó el buque en Tenerife, calificó al líder de Vox de “auténtico fascista”, advirtiendo de que ese discurso “solo genera crispación y hace un flaco favor a la democracia".
Desde el Gobierno central, Pedro Sánchez también expresó públicamente su apoyo a la ONG: “Defender España es defender la vida. Nuestro reconocimiento a Open Arms y a quienes salvan vidas en el mar”, al que se sumaron ministros como Ana Redondo, Félix Bolaños o Yolanda Díaz, rechazando el “discurso de odio”.
Open Arms en Canarias con el apoyo del Gobierno
El buque Open Arms desarrolla por primera vez una misión de sensibilización en el Atlántico español, en coordinación con el Gobierno de Canarias (CC-PP). Durante dos meses, realizará actividades divulgativas y jornadas de puertas abiertas en varios puertos, y está preparado para apoyar rescates si fuera necesario.
La ONG desarrollará jornadas de puertas abiertas del 1 al 7 de octubre en Las Palmas de Gran Canaria, del 9 al 15 del mismo mes en Santa Cruz de Tenerife, y del 22 al 27 de octubre en Arrecife.
A las acusciones de Abascal también respondió Open Arms en redes sociales, recordando que su labor ha permitido salvar 70.000 vidas, y tachando sus declaraciones de "insulto a la verdad" e "indecencia".
Open Arms defiende que su presencia visibiliza la crisis humanitaria y complementa la labor de Salvamento Marítimo, sin invadir sus competencias.
La ruta canaria sigue siendo una de las más mortíferas hacia Europa: solo en los cinco primeros meses de 2025 se estiman al menos 1.482 víctimas, según los recuentos de diversas ONG.
Labor humanitaria desde 2017
En aquella visita del presidente Clavijo, el ejecutivo canario destacó que el buque de la ONG Open Arms por primera vez en su historia navega en aguas del Atlántico, desde que saliera en 2017 de Galicia rumbo a Barcelona.
Durante el recorrido por la embarcación, el presidente reconoció la “extraordinaria labor humanitaria que ha desarrollado esta organización durante una década en los escenarios más duros del Mediterráneo central” y destacó que su llegada a Canarias “nos recuerda la necesidad de humanizar el drama migratorio, de mirar más allá de las cifras” y advirtió que “no se puede responder a la migración desde decisiones tomadas en los despachos ni utilizarla como arma política”